6 cosas que debes saber sobre Groenlandia y su importancia para el mundo
(mié, 08 ene 2025)
Groenlandia es la isla más grande del planeta, uno de los territorios situados más al norte de nuestro mapa, y un mundo de hielo con paisajes impresionantes que, para muchos,
sigue siendo una gran incógnita.
No obstante, los europeos conocen esta tierra desde el año 930 aproximadamente, cuando
un navegante desorientado, de nombre Gunnbjörn Úlf-Krakuson, la divisó durante uno de sus viajes. No fue hasta el año 982 cuando el vikingo Erik el Rojo (Erik Thorvaldsson) pondría sus
pies en ella, crearía asentamientos en su única zona aparentemente habitable, y la bautizaría como Gronland, la palabra danesa para decir "tierra verde". Su historia
allí terminó de forma abrupta y desconcertante, aunque los expertos apuntan a causas relacionadas con los recursos alimenticios o las arduas condiciones que proporciona este territorio
inhóspito.
Más tarde, serían los inuit procedentes de Siberia quienes llegarían a la isla alrededor del año 1300, asentándose principalmente al sur de la isla también, yadaptándose a la perfección a
sus condiciones extremas. Mucho ha cambiado desde entonces pero, una versión desarrollada de su cultura ha perdurado hasta el día de hoy.
En la actualidad, la fascinante tierra de Groenlandia sigue estando en boca de todos debido a su relevancia geopolítica, motivo por el que su pertenencia ha sido objeto de
discusiones. La más reciente ha sido una mención por parte del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, quien desea anexionarla a su territorio.
PERO, ¿QUIÉN ES dueño de Groenlandia?
Puede que, geográficamente, Groenlandia pertenezca al continente americano, sin embargo a nivel político se trata de un territorio autónomo dentro del Reino de
Dinamarca, aunque entre ambos haya más de 3.000 kilómetros de distancia.
Groenlandia cuenta con un gobierno propio conocido como el Inatsisartut (el Parlamento groenlandés) que tiene muchas competencias, entre ellas el control de la gran
mayoría de los asuntos internos, pero su política exterior, la defensa y la moneda están sujetas a la soberanía del gobierno danés.
Esto se debe a una serie de eventos históricos y acuerdos políticos que se remontan a varios siglos atrás. Y es que, entre 1721 y 1953 el territorio fue una colonia danesa. En este año
dejó de ser una colonia para considerarse una parte integral del Reino de Dinamarca, no fue hasta 1979 cuando Groenlandia ganó su actual grado de autonomía.
¿Por qué es tan importante groenlandia?
Tal y como hemos mencionado, Groenlandia tiene una gran relevancia geopolítica. Pero, ¿por qué? Pues bien, por una parte, su ubicación en el Ártico es un punto crucial para el comercio y
la seguridad global, sobre todo para países como Estados Unidos, Rusia y China. Por otra parte, la isla es rica en recursos naturales, como los minerales, el petróleo y el gas,
además de otras materias primas.
Sin embargo, su ecosistema se está viendo muy afectado por el cambio climático. Por su proximidad a uno de los polos del planeta, los problemas medioambientales son cada vez más
notables, sobre todo en cuanto al deshielo polar acelerado; el
aumento de las temperaturas que, entre otras cosas, derrite el permafrost; o la pérdida de la biodiversidad. Todo esto puede tener un gran impacto a nivel global.
¿ES considerado un país o un continente?
¡No es ninguna de las dos cosas! Groenlandia es una isla ubicada en el Ártico, la más grande del mundo, con una extensión territorial de aproximadamente 2.166.000 kilómetros
cuadrados, que contiene la segunda capa de hielo más grandes del planeta, después de la Antártida.
¿Dónde vive la gente DE Groenlandia?
Aproximadamente un 80% del territorio de Groenlandia está cubierto por hielo, por lo que su población se concentra en el sur de la isla, la única zona realmente habitable por el
ser humano. La isla tiene poco más de 56.000 habitantes, la mitad de los cuales residen en Nuuk, la capital. Por tanto, tiene una de las densidades de población más bajas del
mundo.
Su territorio es tan inhóspito que, de hecho, apenas se han construido carreteras ni un sistema ferroviario: los medios de transporte habituales son las motos o trineos de nieve, los barcos, y
los aviones o helicópteros; y sólo dentro de las ciudades encontramos terreno asfaltado.
LA Fauna Y la FLORA en Groenlandia
Su fauna y flora incluyen especies adaptadas a las duras condiciones del Ártico. El paisaje es mayoritariamente hielo y tundra, dominada por musgos y líquenes, que son resistentes al
frío. En las zonas más cálidas y protegidas crecen plantas herbáceas, aunque tienen un crecimiento bajo que les permite sobrevivir a los vientos gélidos. Sin embargo, en Groenlandia no
hay árboles autóctonos, y sólo se puede encontrar un bosque creado con especies provenientes de otros países nórdicos.
La fauna incluye mamíferos marinos como osos polares, focas y ballenas, que habitan sus aguas frías, además de unos tiburones muy longevos. En concreto, encontramos hasta 15
especies de ballenas, algunas tan comunes como la Minke y la jorobada. En tierra, se encuentran especies como renos, zorros y lobos árticos, y también diversas aves marinas.
LOS PRECIADOS Recursos naturales
Groenlandia es una tierra rica en recursos naturales entre los que destacan los minerales (oro, zinc, plomo, cobre y uranio) y también la energía (petróleo, gas natural y energía
hidroeléctrica). Además, también destaca por su industria pesquera, las prácticas de caza tradicionales de focas, ballenas y osos polares, o la extracción de otros recursos como
la madera en la zona sur de la isla.
Todos estos recursos ofrecen grandes oportunidades económicas, pero también generan auténticos desafíos relacionados con su explotación, que preocupan especialmente a nivel
medioambiental: las industrias extractivas terminan por agotar los recursos naturales y contribuyen al calentamiento global, la principal causa del cambio climático que ya afecta a todos los
ecosistemas del mundo.
En Groenlandia, territorio de hielo y grandes icebergs, sus efetos son notables, así como en las regiones polares del planeta. Los expertos estiman que, si todo este hielo llega a
derretirse, el nivel del mar aumentaría al menos 7 metros.
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En las entrañas de ALBA, la instalación científica más grande de España
(Wed, 08 Jan 2025)
«Simulamos la luz de las estrellas para descubrir las propiedades de la materia» explica Caterina Biscari, doctora en física y directora del Laboratorio de Luz de
Sincrotrón ALBA. Por esta instalación, situada en Cerdanyola del Vallès junto al campus de la Universidad Autónoma de Barcelona, pasan cada año miles de científicos para arrojar luz a sus
experimentos. Esta última frase se puede leer tanto en sentido metafórico como literal, puesto que, para conseguir resultados, las instalaciones de ALBA ofrecen a los investigadores
luz: una luz millones de veces más brillante que la del Sol.
En las entrañas de ALBA, rodeado por paredes de cemento especial de más de un metro de grosor, se encuentra un acelerador de partículas circular. Este instrumento es una
maravilla tecnológica capaz de tomar partículas subatómicas, en este caso electrones, concentrarlas hasta alcanzar el grosor de un cabello humano y acelerarlas hasta un porcentaje considerable de
la velocidad de la luz. Una vez alcanzan esa velocidad endiablada, los electrones son canalizados por una tubería curvada con un diámetro de 270 metros y, mientras giran, van liberando radiación
que los investigadores pueden emplear en sus experimentos.
Pero simular la luz de las estrellas no es barato: cada día que está operativo, el sincrotrón consume la misma energía que un hogar durante un año. Por ello, han de
aprovechar el tiempo que está en funcionamiento para realizar la mayor cantidad de experimentos que puedan. En la actualidad, el sincrotrón consta de 11 líneas de luz, es decir, del acelerador
surgen 11 haces que pueden aprovecharse al mismo tiempo para experimentos distintos. Cada una de estas líneas de luz tiene propiedades ligeramente distintas que las convierten en una especie
de potentísimos microscopios o en gigantescas máquinas de rayos X. Pero, ¿para qué se necesita tanta potencia? ¿Y de dónde surge esta idea?
La luz de sincrotrón, una feliz coincidencia y un experimento con muchas luces
La radiación o luz de sincrotrón fue descubierta de forma accidental en 1947 por el técnico de laboratorio Floyd Haber mientras los investigadores Herbert Pollock y Robert Langmuir
probaban un prototipo de sincrotrón. El prototipo, con el que intentaban entender el efecto de los imanes sobre las partículas subatómicas, disponía de un tubo transparente,
el cual permitía observar lo que ocurría en el interior del dispositivo.
El técnico, Haber, observaba el instrumento desde detrás de la seguridad de un muro de hormigón mediante un sistema de espejos. Cuando Pollock y Langmuir encendieron la fuente de electrones y los
canalizaron por el tubo curvado, Haber, observó un arco de luz que salía despedida del instrumento y comunicó a los investigadores el problema. El primer instinto de todos los
presentes fue apagar el dispositivo.
Los investigadores, sin comprender lo que había visto Haber, teorizaron sobre a qué se podía deber esa luz. Tras realizar unos cálculos, descartaron la radiación de Cherenkov, la luz azul que se
observa al encender un reactor nuclear. Y, tras un gran ejercicio matemático, Pollock y Langmuir descubrieron que se encontraban ante algo totalmente distinto, un quebradero de
cabeza para los aceleradores de partículas circulares.
La luz de sincrotrón suponía una pérdida de energía para los aceleradores y no había nada que se pudiese hacer para solucionarlo. Sin embargo, con el tiempo los científicos pensaron que, ya que
era imposible evitar las pérdidas, quizá sí que fuese posible aprovechar esos haces de luz para realizar investigaciones. Con esta idea en mente se creó, en 1968, Tantalus, el
primer anillo de almacenamiento de electrones destinado a utilizar la luz de sincrotrón para investigación. Desde entonces se han construido otros mucho más potentes, como el ALBA de Barcelona,
que acelera los electrones hasta 3 gigaelectronvoltios (GeV).
Disección de un sincrotrón
Un sincrotrón está formado esencialmente por tres partes: Una fuente de electrones, un anillo de aceleración y un anillo de mantenimiento. En el caso del ALBA, la fuente de
electrones es una pastilla de wolframio del tamaño de un disco de hockey, que funciona de un modo similar al de las antiguas televisiones de tubos catódicos. En este punto, en vez de emplearse
para mostrar imágenes, los electrones se aceleran mediante electroimanes hasta velocidades muy elevadas, del orden de 100 megaelectronvoltios (MeV).
De ahí, los electrones se envían al acelerador circular, de unos 250 metros de diámetro, donde se emplean imanes de una potencia colosal para seguir aumentando la velocidad de los
electrones y juntarlos en un haz del grosor de un cabello humano. Una vez acelerados a 3 GeV, los electrones se transfieren al anillo de almacenamiento, otro conducto
circular de 268.8 metros de diámetro con condiciones de vacío en su interior. Allí, los diminutos electrones dan 3 vueltas al circuito por segundo y, en el proceso, liberan la preciada luz
de sincrotrón.
Del anillo de almacenamiento surgen tuberías rectas que llevan a cada uno de los instrumentos de medición. En la actualidad, ALBA contiene 11 de estos instrumentos, pero se espera que en los
próximos años se pongan en funcionamiento 3 más. Gracias a estos instrumentos los investigadores obtienen la estructura de bacterias y virus, escáneres del interior de fósiles o análisis
detallados de nuevos materiales.
El brillante futuro de ALBA
En 2032 está programada una gran actualización para la infraestructura del acelerador de partículas. Empleando nuevos y mejorados dispositivos e imanes, esperan conseguir reducir el tamaño del
haz de electrones a una décima parte del actual. Según explicaba Francis Pérez, jefe de la división de aceleradores, el mayor reto para lograr la actualización era adecuarse a la infraestructura
actual y a las condiciones del acelerador de partículas, pero tras una inversión de 7,5 millones de euros, han conseguido avanzar en la creación de prototipos y en breve podrán
comenzar a hacer pruebas.
Al conseguir comprimir aún más los electrones, los resultados que podrán obtener con sus líneas de luz serán todavía más precisos. Además, un menor tamaño permitirá la construcción de 4 líneas
más, (además de las 3 que ya están previstas) que permitirán medir todavía más propiedades de la materia.
En definitiva, en el interior de ALBA hay una de las maravillas de la ciencia moderna, una tecnología que permite aprovechar la luz de las estrellas para escudriñar las
estructuras más diminutas que conforman todo lo que nos rodea. Y, para lograrlo, cientos de personas trabajan en sus instalaciones 24 horas del día.
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Primero fue el tapón, ahora las botellas de plástico vuelven a cambiar
(Wed, 08 Jan 2025)
Abrir una botella de agua o refresco y encontrar que el tapón permanece unido al recipiente se ha convertido en una experiencia cotidiana para muchos europeos. Esta pequeña
modificación, que ha generado opiniones divididas entre los consumidores, forma parte de una
medida ambiental introducida en la Unión Europea en 2019 para reducir la contaminación por plásticos de un solo uso: el residuo más común en mares y océanos.
Ahora, esta misma normativa da un paso más hacia la sostenibilidad: a partir del 1 de enero de 2025, todas las botellas fabricadas con tereftalato de polietileno (PET) deberán
contener al menos un 25% de plástico reciclado, una decisión que pretende revolucionar la producción y el consumo de este material.
Así, la introducción de estas pautas plantea desafíos significativos no tanto para los usuarios sino más bien para la industria, y es que lograr el nuevo porcentaje establecido
para la producción de envases no solo requerirá innovación tecnológica, sino también una mayor concienciación social sobre la importancia del reciclaje y el consumo responsable.
del 2025 al 2030: Un cambio necesario en un mundo lleno de plástico
La normativa europea surge en respuesta a una crisis ambiental ineludible: los plásticos, especialmente los de un solo uso, representan uno de los mayores desafíos para la
sostenibilidad global. Y es que solo los envases, la mayoría de los cuales son botellas PET, representan un 70% del peso total de los residuos plásticos presentes en la basura
marina, de acuerdo con los últimos datos citados por el Parlamento Europeo.
Por ello, según la Comisión Europea, esta medida permitirá reducir la dependencia de plásticos vírgenes y fomentar la economía circular, donde los residuos se convierten en
nuevos recursos. Pero no solo eso: además del requisito de incorporar un 25% de plástico reciclado a partir de 2025, la normativa también establece que para 2030 todas las botellas PET deberán
contener al menos un 30% de material reciclado.
Del tapón a los cambios en la producción: ¿qué viene después?
La obligatoriedad de que los tapones permanezcan unidos a las botellas, vigente desde 2024, es otra de las iniciativas clave de esta normativa. Aunque pueda parecer un detalle
menor, este cambio responde a la necesidad de evitar que los tapones se conviertan en residuos independientes y terminen en entornos naturales, donde tardan décadas en
degradarse.
Desde el punto de vista industrial, esta medida representa un reto considerable: la adaptación de los sistemas de producción para garantizar que los tapones permanezcan unidos
ha supuesto un esfuerzo técnico y económico para los fabricantes. Y ahora, a este desafío se suma el desarrollo de materiales más sostenibles que cumplan con los nuevos
estándares.
Por otro lado, el éxito de esta normativa dependerá en cierta medida de la participación ciudadana: un reciclaje eficiente comienza con un consumidor informado y comprometido,
que separe correctamente los residuos y los deposite en los contenedores adecuados.
De este modo, a largo plazo, dichas medidas no solo contribuirán a disminuir la contaminación plástica, sino también a establecer un modelo de producción más sostenible, que
sitúe a Europa como líder en la lucha contra la crisis ambiental global.
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12 fechas para marcar: este es el calendario de la Luna llena en 2025
(Wed, 08 Jan 2025)
El cielo nocturno siempre nos brinda experiencias mágicas, y en 2025 no será diferente. Entre lluvias de meteoros, eclipses y otros fenómenos astronómicos, las Lunas llenas destacan por su capacidad de
iluminar la noche con un esplendor único.
Las fases lunares han fascinado a la humanidad durante siglos, no solo por su belleza, sino también por los significados culturales, mitológicos y agrícolas asociados a ellas. En
el caso de la fase plena, esta se da cuando se encuentra casi alineado entre el Sol y la Luna, haciendo que el ángulo de elongación sea de 180º, y por lo tanto, su iluminación, del
100%.
Este año, el calendario lunar ofrece 12 plenilunios, cada uno con un nombre tradicional vinculado a fenómenos naturales o actividades que ocurren en esas fechas. Los nombres,
originados en las tradiciones de los nativos americanos y los colonos europeos, todavía resuenan hoy como un vínculo entre la astronomía y nuestra historia compartida.
Calendario de Lunas llenas en 2025
A continuación, te presentamos el calendario de plenilunios para 2025, con información detallada de cada una para que no te pierdas ningún evento. Recuerda que la fecha y la hora
de máxima plenitud, de acuerdo con el Instituto Geográfico Nacional, están ajustadas a la España peninsular:
La primera Luna llena del año tendrá lugar el 13 de enero a las 23:27, conocida como la Luna de Lobo. Este nombre proviene de las tradiciones nativas americanas,
que asociaban el aullido de los lobos en las frías noches de invierno con esta fase lunar.
El 12 de febrero a las 14:53, el cielo será testigo de la Luna de Nieve. Su nombre se debe a las fuertes nevadas que, en el hemisferio norte, suelen ocurrir durante este
mes.
El 14 de marzo a las 7:54, la Luna de Gusano marca el final del invierno. Su denominación alude al regreso de los gusanos en la tierra que comienza a descongelarse.
El 13 de abril a las 02:22, la Luna Rosa iluminará el cielo, llamada así no por su color, sino por las primeras flores de primavera en Norteamérica, que tiñen los
campos con tonos rosados.
El 12 de mayo a las 18:56, la Luna de las Flores será el tributo celestial al florecimiento de la naturaleza en pleno apogeo primaveral.
La mañana del 11 de junio traerá consigo la Luna de Fresa (a las 09:44), asociada con la cosecha de fresas en esta época del año.
El 10 de julio a las 22:37, se alzará la Luna de Ciervo, cuyo nombre proviene de la aparición de las nuevas astas de los ciervos en pleno verano.
El 9 de agosto a las 09:55, la Luna de Esturión recordará las épocas en que esta especie de pez era más fácil de pescar en los grandes lagos y ríos de América del Norte.
El 7 de septiembre a las 20:08, la Luna de Maíz, también conocida como Luna de Cosecha, iluminará los campos justo antes de la recolección del maíz.
El 7 de octubre a las 07:47, la Luna de Cazador brillará en lo alto, marcando el tiempo de preparación para el invierno con la caza de animales.
El 5 de noviembre a las 14:19, tendrá lugar la Luna del Castor, una referencia a los castores que trabajan intensamente para construir sus refugios antes del invierno.
Finalmente, el 5 de diciembre a las 00:14, la Luna Fría cerrará el año. Su nombre refleja las temperaturas gélidas que acompañan al inicio del invierno.
¿habrá superlunas en 2025?
Por supuesto. De hecho, tal y como ocurre todos los años, en 2025 habrá una serie de tres superlunas llenas seguidas: los plenilunios del 7 de octubre, del 5 de noviembre y del 5 de
diciembre coincidirán con el punto más cercano de la Luna a la Tierra en su órbita, según informa la NASA.
¿Y qué significa esto? En palabras sencillas, que a simple vista el satélite podría verse hasta un 14% más grande y hasta un 30% más brillante de lo habitual. Además, los
expertos afirman que las superlunas tienen un impacto en la Tierra: concretamente en las mareas, que pueden aumentar su altura y movimiento durante el fenómeno.
Consejos para disfrutar las lunas llenas de 2025
Para aprovechar al máximo cada plenilunio, en primer lugar, identifica a qué hora tendrá lugar su pico en tu zona horaria. Luego, busca un lugar alejado de la contaminación lumínica, como
una zona rural o un parque natural. Además, si eres amante de la fotografía, lleva contigo un trípode y utiliza configuraciones de exposición prolongada para capturar la
majestuosidad del satélite en todo su esplendor.
Las Lunas llenas de 2025 no solo serán un espectáculo astronómico, sino también una invitación a conectar con las tradiciones y las maravillas naturales que el cielo nos
ofrece mes a mes. ¿Cuál será la primera que disfrutarás?
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¿Hay un mundo desconocido sumergido bajo el océano Pacífico?
(Wed, 08 Jan 2025)
La tectónica de placas es el movimiento a gran escala de piezas rígidas de la capa exterior de la Tierra, conocidas como placas tectónicas, sobre la capa semifluida
del manto debajo de ellas. Estas placas interactúan de diversas formas y gracias a ello tenemos continentes, cadenas montañas o cuencas oceánicas. Son el resultado de un complejo sistema
de movimientos a lo largo de millones de años y comprender su funcionamiento siempre ha sido un desafío para los científicos.
¿Qué hay enterrado a miles de kilómetros bajo nuestros pies?
Como no podemos perforar directamente el manto de la Tierra, que está situado entre el núcleo y la corteza terrestre, ya que son profundidades asombrosas (son las entrañas del planeta), los
geofísicos tienen que utilizar otras herramientas indirectas, como el análisis de las ondas sísmicas provocadas por los terremotos para inferir información sobre de esta zona de nuestro planeta. Así, las estaciones
sismográficas capturan las ondas, y con esas grabaciones pueden analizar la estructura y la composición del interior de la Tierra, así como estudiar los procesos que ocurren en sus profundidades.
Ahora, un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich ha empleado un modelo innovador de alta resolución para estudiar la estructura del manto de la
Tierra y ha descubierto algo inesperado y sorprendente: unas áreas donde las ondas sísmicas se comportan de manera diferente a lo que se suponía anteriormente lo que evidencia la
presencia de zonas de rocas más frías o de composición diferente a las rocas circundantes.
No debería haber restos de placa en esas zonas
Parece que hay otras áreas en el interior de la Tierra que parecen restos de placas sumergidas pero en vez de estar donde podrían esperarse, están bajo grandes océanos o en el
interior de continentes, muy lejos de los límites de las placas. "Al parecer, estas zonas en el manto terrestre están mucho más extendidas de lo que se pensaba", explica Thomas Schouten,
estudiante de doctorado en el Instituto Geológico de la ETH Zurich y coautor del trabajo que publica la revista Scientific
Reports.
Además, una de esas zonas está bajo el Pacífico occidental. ¿Significa esto que hay un mundo perdido bajo este océano? Según el modelo actual, es imposible que haya zonas de
subducción cercanas en la historia geológica reciente. ¿Entonces? Según los expertos se trata de una anomalía, que podría consistir en acumulaciones de materiales con alto
contenido de hierro generadas por los movimientos del manto a lo largo de miles de millones de años, o quién sabe, también podrían ser restos de material primigenio que ha logrado conservarse
inalterado desde la formación del manto hace 4.000 millones de años.
La verdad es que los investigadores desconocen exactamente qué material es el que está involucrado en esta anomalía ni tampoco pueden decir con certeza que representaría este hallazgo para la
dinámica interna de la Tierra. "Ese es nuestro dilema. Con el nuevo modelo de alta resolución, podemos ver tales anomalías en todas partes del manto de la Tierra. Pero no sabemos
exactamente qué son ni qué material está creando los patrones que hemos descubierto", comentan los expertos.
Se abre una nueva página de secretos de la Tierra: una que se esconde en lo más profundo de nuestro mundo.
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Norovirus: lo que debes saber sobre el preocupante 'virus del estómago'
(Wed, 08 Jan 2025)
En los últimos días, el término norovirus ha cobrado protagonismo en conversaciones y titulares en España. Pese a la falta de datos oficiales que confirmen un aumento masivo de casos, algunos
medios aseguran que "media España" lo ha
padecido, generando cierta alarma social. Sin embargo, más allá de las percepciones, este virus merece atención por ser una de las principales causas de gastroenteritis aguda en el
mundo y por su capacidad de generar brotes significativos, como el ocurrido recientemente en Estados Unidos.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en diciembre de 2024 se reportaron 91
brotes confirmados o sospechosos de norovirus en tan solo una semana, superando con creces las cifras de años anteriores. Algunos de estos brotes se han relacionado con alimentos
contaminados, como ostras crudas, que enfermaron a 80 personas en un restaurante de Los Ángeles.
¿Qué es el norovirus y por qué genera tanta preocupación?
El norovirus, también conocido como "virus del estómago", es un microorganismo altamente contagioso que causa síntomas gastrointestinales intensos y repentinos. Sus principales características lo
hacen especialmente difícil de contener: se transmite fácilmente, sobrevive en superficies durante semanas y basta una cantidad ínfima del virus para contagiar a una persona.
La transmisión ocurre por contacto con superficies, alimentos o agua contaminados, así como por interacción directa con personas infectadas. En este contexto, espacios como escuelas, guarderías,
cruceros y residencias de mayores son escenarios ideales para su propagación, especialmente en los meses de invierno, cuando los brotes suelen alcanzar su pico.
Los síntomas del norovirus: rápidos e inconfundibles
Los síntomas del norovirus tienden a aparecer de manera abrupta, lo que lo diferencia de otras enfermedades estomacales. Vómitos explosivos, diarrea, fiebre y malestar general son las señales más
comunes, que suelen durar entre 24 y 72 horas.
Aunque para la mayoría de las personas la enfermedad se resuelve sola, los grupos vulnerables como niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas pueden sufrir complicaciones graves,
principalmente deshidratación severa. En estos casos, es fundamental buscar atención médica.
Cómo prevenir el contagio: medidas sencillas, pero efectivas
Afortunadamente, el norovirus no es invencible, y existen medidas de prevención al alcance de todos. El lavado de manos frecuente con agua y jabón sigue siendo la estrategia más eficaz, ya que
este virus no es fácilmente eliminado por desinfectantes de base alcohólica.
Algunas recomendaciones clave incluyen:
Higiene personal: lavar las manos durante al menos 20 segundos, especialmente después de ir al baño, cambiar pañales o manipular alimentos.
Manipulación de alimentos: cocinar mariscos como ostras o mejillones a una temperatura interna de 63°C para eliminar posibles rastros del virus.
Limpieza del entorno: desinfectar superficies con productos específicos y lavar la ropa contaminada a altas temperaturas.
Aislamiento preventivo: las personas con síntomas deben evitar el contacto con otros y abstenerse de manipular alimentos hasta al menos 48 horas después de la
desaparición de los síntomas.
¿Qué podemos aprender de los recientes brotes?
Los brotes registrados en Estados Unidos han puesto de manifiesto la importancia de una respuesta rápida y medidas de control efectivas. Además, han señalado los riesgos asociados al consumo de
alimentos crudos o mal preparados, como mariscos y bayas frescas.
En España, aunque no haya datos oficiales que avalen un aumento de casos, la llegada del invierno, las reuniones en espacios cerrados y la alta contagiosidad del virus lo
convierten en un tema relevante. Sin caer en alarmismos, es un buen momento para reforzar los hábitos de higiene y la prudencia.
Así, aunque no se ha declarado una alerta sanitaria oficial, las autoridades recomiendan lavarse las manos con frecuencia, desinfectar superficies y evitar el contacto cercano con personas
infectadas, así como no manipular alimentos si se presentan síntomas de la enfermedad.
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Neumático pinchado
(Wed, 08 Jan 2025)
Con una tormenta de nieve acercándose, los perros esperaban pacientemente mientras el equipo se veía obligado a detenerse para desenredar las cuerdas del trineo: habían sufrido
el equivalente groenlandés a "un pinchazo de neumático".
John Fabiano, el autor de la fotografía, dio con esta escena durante un recorrido entre Siorapaluk -el asentamiento indígena más septentrional del planeta- y Qaanaaq, en
Groenlandia.
La imagen fue la ganadora de la categoría 'Documentary' del Dog Photography Awards 2024.
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Una orca pasa el duelo cargando a su cría muerta, y no es la primera vez que ocurre
(Tue, 07 Jan 2025)
La muerte es inevitable, independientemente de la especie animal a la que pertenezcas, pero lo que ocurre inmediatamente después para los seres vivos a su alrededor puede presentarse de formas
muy distintas.
Como seres humanos, sabemos que tras la pérdida aparecerán todo tipo de emociones relacionadas con un período al que llamamos duelo y, aunque existe un peligro de
antropomorfismo, la ciencia ha demostrado que algunos animales también pueden
sentir emociones complejas que los llevan a tener un comportamiento equiparable a nuestro luto.
Un reciente ejemplo de ello es el caso de la orca conocida como Tahlequah, un ejemplar que durante los últimos años ha perdido a dos crías, y en ambos casos ha sorprendido
con una conducta poco documentada en esta especie de mamífero marino, pero que no resulta tan extraña en el reino animal.
la historia DE TAHLEQUAH
En 2018, Tahlequah recorrió más de 1.600 kilómetros en aproximadamente dos semanas mientras arrastraba el cuerpo inerte de su cría, que acababa de fallecer con muy poco tiempo de vida. Para
conseguirlo, empujaba el cadáver de forma constante para evitar que se hundiera, recuperándolo de las profundidades de las agitadas aguas del mar de los Salish. Pero no estaba
sola: la acompañaba un grupo de otros 5 o 6 ejemplares, que mostraron comportamientos que los expertos identificaron como rituales o ceremonias.
Tal y como apunta el Centro de Investigación de Ballenas de Washington, Estados Unidos, se sabe que las orcas y los delfines transportan a sus
crías muertas durante una periodo de tiempo cercano a la semana, por lo que el caso de Tahlequah resulta especialmente largo y particular. De hecho, se trata del
comportamiento de duelo más largo documentado en esta especie, que puede poner en peligro al ejemplar porque le impide llevar a cabo otras funciones esenciales como la de buscar comida.
La noticia fue sobrecogedora y conmovió al mundo.
Por desgracia, a finales de 2024 esta triste historia se repetía. NOAA Fisheries, el Servicio Nacional de Pesca Marina del gobierno de los Estados Unidos, informaba de que el ejemplar J35,
conocido como Tahlequah, volvió a perder una cría en algún momento entre las fechas señaladas de navidad y año nuevo. El día 1 de enero fue vista de nuevo empujando el cadáver
del neonato, de apenas unos días de vida.
La institución y sus colaboradores hacen todo lo posible por observar la situación sin intervenir para respetar el proceso natural de duelo de Tahlequah, pero a la vez controlar su estado
de salud. Cuando esté lista, dejará ir el cuerpo, que se hundirá en las profundidades del mar y difícilmente podrá ser recuperado con fines de investigación.
Esta vez, la orca se encuentra acompañada de una de sus crías (Phoenix, de 3 años de edad) y de su hermana Kiki. En total, Tahlequah tiene dos crías: Phoenix, y otro ejemplar de 14 años conocido
como Notch.
¿por qué ocurre?
Los expertos de NOAA Fisheries indican que los datos son alarmantes: aproximadamente un 75% de las crías de orcas residentes del sur nacidas durante las dos
últimas décadas no han sobrevivido. Además, la situación se ha complicado estos últimos tres años, ya que no se ha producido ningún embarazo que logre dar descendencia viable en esta
población conocida como SRKW. Si esta situación se sostiene en el tiempo, podrían terminar por extinguirse.
El motivo de este déficit en la reproducción tiene que ver con distintos factores relacionados con los cambios en su entorno natural, entre los cuales destaca la desaparición progresiva
de su principal fuente de alimento, el salmón Chinook, que está categorizado como en peligro de extinción. NOAA Fisheries y otras instituciones como el Centro de Investigación de
Ballenas de Washington o la SeaDoc Society ya trabajan para proteger su hábitat, pero todavía encuentran grandes dificultades.
EL DUELO en el mundo animal
La incapacidad de desprenderse del cuerpo inerte de una cría es un comportamiento que los etólogos consideran similar al duelo del ser humano. En algunos casos, se ha observado
que la conducta cambia no sólo en la madre, sino en el resto de su comunidad.
Un caso también reciente es el de la
chimpancé Natalia, habitante del Bioparc de Valencia, que perdió a su cría en febrero de 2024 y conservó en brazos el cadáver durante más de tres meses. Sus
familiares más cercanos la abrazaban durante las primeras semanas tras el suceso.
Este es un comportamiento que se ha observado también en otras especies de grandes primates, además de en delfines, elefantes, lobos, y por supuesto en orcas, tanto en cautiverio
como en libertad. No obstante, algunas mascotas también pueden pasar un proceso de duelo cuando pierden a un allegado, experimentando emociones similares a las que observamos en los humanos:
tristeza, estrés o apatía, entre otras. Los perros y los gatos son un claro ejemplo de ello, aunque no el único.
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Leonid Rogozov, el cirujano que se operó a sí mismo
(Tue, 07 Jan 2025)
¿Te imaginas tener una urgencia médica en medio de ninguna parte? Para quienes viven lejos de la civilización, quizás esta es una de sus mayores preocupaciones. Ahora, además de
esa primera situación peliaguda, imagina que eres el único médico en kilómetros a la redonda y que la vida de quien está en peligro es la tuya.
Pues bien, así comenzó la extraordinaria historia de Leonid Rogozov, un joven cirujano soviético que, en 1961, se enfrentó a una situación en medio de la Antártida que pondría a
prueba su sangre fría: realizarse una cirugía a sí mismo para salvar su vida.
LA SINERGIA ENTRE MEDICINA Y AVENTURA
Leonid Rogozov nació el 14 de marzo de 1934 en Chita, una ciudad en el extremo oriental de Siberia. Creció en una época difícil, marcada por las secuelas de la Segunda Guerra Mundial y los retos
de una Unión Soviética en reconstrucción.
No obstante, desde joven, Rogozov mostró interés por la medicina, una disciplina que lo apasionaba por su capacidad de transformar vidas. Este interés lo llevó a ingresar en el
Instituto Médico Pediátrico de Leningrado, donde se graduó en 1959 como cirujano.
Tras completar sus estudios, Rogozov comenzó a trabajar como médico residente en un hospital en Leningrado. Sin embargo, curiosidad e inquietud lo llevaron a aceptar una misión fuera de lo
común: unirse a la sexta expedición antártica soviética como el único médico de la estación Novolazárevskaya.
En aquel momento, estas misiones tenían motivaciones mucho más allá de su carácter científico: tenían un trasfondo político, ya que eran parte de la carrera internacional por
establecer presencia en la Antártida. Aun así, para Rogozov, era una oportunidad única de combinar su amor por la medicina con el desafío de trabajar en condiciones extremas.
De esta forma, con apenas 27 años, Rogozov partió hacia el continente más remoto del planeta. Allí, enfrentó las duras condiciones del invierno antártico:
temperaturas heladas, tormentas de nieve y una soledad que, para muchos, podría resultar abrumadora. Como único médico en la estación, su responsabilidad era cuidar la salud de
todos sus compañeros. Pero pronto, ese deber lo incluiría a él mismo.
LA CIRUGÍA MÁS DIFÍCIL
En abril de 1961, en pleno invierno antártico, Rogozov comenzó a experimentar dolor abdominal que se intensificó rápidamente. Como médico, reconoció los síntomas de una
apendicitis aguda y entendió las graves implicaciones: si el apéndice se perforaba, la infección podría propagarse y ser mortal.
El problema era que, debido a las condiciones climáticas, no había forma de evacuarlo ni de recibir ayuda médica externa. La única opción que tenía era realizarse una
autoapendicectomía, algo prácticamente inédito en la historia médica.
El 1 de mayo de 1961, después de preparar un espacio quirúrgico improvisado, Rogozov comenzó la operación. Para la intervención, contó con la ayuda limitada de tres compañeros:
uno le pasaba los instrumentos, otro sostenía un espejo para que pudiera observar lo que hacía y un tercero estaba allí por si surgía una emergencia.
Con anestesia local, que él mismo administró, realizó una incisión en su abdomen y procedió a extirpar el apéndice inflamado. Durante la operación, tuvo que
detenerse varias veces debido al mareo de la anestesia y al agotamiento, pero nunca perdió la determinación: era una cuestión de vida o muerte. Después de casi dos horas, logró completar la
cirugía y suturar la herida.
Contra todo pronóstico, la operación fue un éxito. Rogozov comenzó a recuperarse rápidamente y, en cuestión de semanas, volvió a sus funciones como médico de la estación. Su
valentía y habilidades no solo le salvaron la vida, sino que también dejaron asombrados a sus colegas y al mundo entero cuando la noticia se conoció.
MÁS ALLÁ DE LA ANTÁRTIDA
Tras regresar a la Unión Soviética, Leonid Rogozov recibió numerosos reconocimientos por su hazaña. Aunque evitó el protagonismo, su historia se convirtió en un ejemplo de lo que
la determinación y la preparación pueden lograr en condiciones extremas. Continuó su carrera médica en Leningrado, donde trabajó en hospitales y se dedicó a la
enseñanza, transmitiendo su experiencia y conocimientos a nuevas generaciones de cirujanos.
Más allá de su famosa operación, Rogozov también contribuyó al desarrollo de la medicina en entornos remotos. Su experiencia inspiró a médicos y científicos a reflexionar sobre cómo
enfrentar emergencias médicas en lugares aislados, como bases antárticas, submarinos o incluso futuras misiones espaciales.
Aunque hoy en día las tecnologías modernas y las mejores comunicaciones han reducido los riesgos, su historia sigue siendo un recordatorio de la importancia de la preparación y
la inventiva en situaciones críticas.
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5 hábitos para perder peso de forma saludable y duradera
(Tue, 07 Jan 2025)
Después de una época de excesos marcada por las fiestas navideñas, llega la mal llamada "Operación Bikini", un concepto dosmilero y, por lo tanto, pasado de moda,
que vincula —o, más bien, reduce— la pérdida de peso a lucir bien en traje de baño. Hoy sabemos, sin embargo, que este proceso no solo es ineficaz a largo plazo por concentrarse
en una única temporada del año, sino que además deja de lado algo fundamental cuando se trata de nuestro cuerpo: la salud.
Son numerosas las personas que incluyen este término entre sus propósitos de Año Nuevo, y no es para menos: el ímpetu de motivación al iniciar una nueva etapa puede ser una excelente
oportunidad para abandonar hábitos perjudiciales y arrancar con una rutina que tenga en cuenta el bienestar físico y mental. Pero, ¿cómo alcanzar nuestra meta en la báscula de
forma progresiva, saludable y, sobre todo, duradera?
En un mundo en el que la obesidad y el sobrepeso se han convertido en un problema de salud
pública, según indican los últimos datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), no existen los milagros: todo eslogan que prometa resultados
fáciles y rápidos debe ser, si no rechazado, al menos puesto en duda.
Por el contrario, expertos en nutrición de instituciones prestigiosas como la Universidad de Harvard apuntan que la respuesta está en hacer pequeños cambios en el estilo de vida.
Estos son 5 consejos que puedes comenzar a aplicar hoy mismo para perder peso y no recuperarlo.
1. Ser realista con los objetivos
Cuando hablamos de dietas y pérdida de peso, muchas veces el error no está en el camino, sino en la meta inicialmente establecida: es común que la motivación sea volver a
lucir como en aquella fotografía de hace dos décadas, o volver a caber en ese pantalón que no usamos pero guardamos, con esperanza, año tras año. Pero el cuerpo cambia:
los procesos hormonales, por ejemplo, pueden hacer que una cifra en la báscula a los 25 años se vea completamente distinta a los 50.
Así pues, los expertos señalan que un objetivo más realista correspondería con "perder entre el 5% y el 10% de su peso", siempre teniendo en cuenta que alcanzar el número
deseado suele llevar unos seis meses. Eso sí, antes de arrancar con los nuevos hábitos, es fundamental hacer una consulta al médico: y es que, si bien llevar un estilo
de vida saludable es positivo en cualquier caso, buscar el déficit calórico sin padecer alguna de las afecciones anteriormente mencionadas puede ser incluso perjudicial.
2. Buscar un compañero en el proceso
Como hemos dicho antes, son muchas las personas que incluyen la pérdida de peso entre sus propósitos del año, por lo que encontrar a alguien con quien compartir tanto hitos como
frustraciones puede ser una gran estrategia. A la hora de crear hábitos saludables, la socialización es tan importante como la dieta y el ejercicio: varios estudios han demostrado que aquellos que cuentan con una buena red de apoyo son más propensos a lograr
sus metas y a mantener resultados a largo plazo.
Esta no solo puede estar formada por la pareja, la familia cercana o los amigos. En el entorno digital, además, existen comunidades y grupos de apoyo en los que los internautas
exponen sus experiencias sobre el proceso con el fin de inspirar a otros a no abandonar, a pesar de los desafíos.
3. Hacer ejercicio, pero elegir bien cuál
Los departamentos de marketing de gimnasios alrededor del mundo coinciden en que las matriculaciones aumentan cuando comienza enero, y esto se debe a que gran parte de la
población elige un punto de referencia, por ejemplo, un nuevo año, para motivarse en el logro de objetivos. Sin embargo, dos errores emergen de este planteamiento: aunque
el gimnasio tiene una amplia oferta de actividades, puede no ser ideal para todos los públicos. Y en cuanto a la marca de partida: cualquier momento es perfecto para
empezar.
El éxito de estos centros durante el mes de enero es directamente proporcional al índice de deserción que presentan entre febrero y marzo: la gente abandona, y la razón es que
cada quien debe encontrar la actividad que mejor se adapte a sus necesidades físicas, sociales o incluso organizativas para mantener el hábito. Patinar, salir a caminar, hacer
yoga, bailar o realizar un deporte de equipo son alternativas al gimnasio que ayudan a lograr resultados igualmente satisfactorios.
4. Controlar el tiempo en pantalla
¿En qué se relaciona el uso del teléfono móvil o de la televisión con la pérdida de peso? Lejos de lo que pueda parecer, el vínculo es importante y tiene que ver con el
sedentarismo. "Las personas a menudo se quejan de que no tienen suficiente tiempo para hacer ejercicio o para comprar y preparar comidas saludables. Pero de hecho, la mayoría de las
personas pasan muchas horas viendo televisión o usando su computadora para divertirse", indican los expertos en la Harvard Medical School.
Así, en 2025 un hábito pequeño pero significativo a incorporar podría ser controlar, a través de aplicaciones o de sistemas incorporados al teléfono, el tiempo en pantalla:
prueba a medirlo durante una semana para más tarde reducirlo en un cuarto o un tercio. Luego, esas horas podrán ser utilizadas, por ejemplo, para hacer ejercicio de
intensidad leve, como salir a pasear o realizar tareas de casa.
5. Dormir bien y suficiente
El bienestar es un ciclo que comienza por el descanso: una buena higiene del sueño es fundamental para el funcionamiento cognitivo, la regulación de la frecuencia respiratoria,
la salud cardiovascular y metabólica. De acuerdo con Medline Plus, las personas que no duermen lo suficiente tienden a consumir más calorías de las que
necesitan, quizás para lidiar con el sentimiento de cansancio.
Así, en el proceso de perder peso será tan crucial seguir una buena pauta de alimentación, realizar actividad física con frecuencia y socializar, como también prestar
atención a la rutina de descanso. Y en ese sentido, no hay mejor forma de medirlo que a través de las propias sensaciones: ¿te levantas renovado o, por lo contrario,
cansado y malhumorado?
En el camino hacia una vida saludable, todo comienza por escucharse a uno mismo.
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Los átomos de carbono de tu cuerpo viajaron 400.000 años luz antes de crearte
(Tue, 07 Jan 2025)
Hay bastantes cuatrillones de átomos en tu cuerpo; de los que el carbono y el oxígeno constituyen alrededor del 84%, y cada átomo de carbono tiene una historia bastante increíble
que contar (originalmente el carbono forma la columna vertebral de todas las moléculas orgánicas, para empezar). Casi todos los elementos, excepto el hidrógeno y el helio,
existen porque fueron forjados en estrellas y luego arrojados al
cosmos tras la muerte dramática de estas. Es decir, el carbono no podría existir sin las estrellas.
Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por científicos con base en los EE.UU. y Canadá y dirigido por Samantha Garza de la Universidad de Washington (Estados Unidos), ha confirmado que el carbono
y otros átomos formados por estrellas no simplemente flotan ociosamente por el espacio, sino que forman parte de un vasto sistema de reciclaje cósmico que sustenta la actividad
de las fábricas estelares responsables de la formación de nuevas estrellas en nuestro universo.
Del cosmos a tu cuerpo: el origen estelar del carbono que te compone
Parece que la famosa frase de Carl Sagan “somos polvo de estrellas”, resuena más
que nunca. Según los expertos, los restos de viejas estrellas perdidas pasaron mucho tiempo fuera de nuestra galaxia, la Vía Láctea, girando y girando en corrientes gigantes que se
extienden hacia el espacio intergaláctico, antes de ser atraídos de vuelta para convertirse en la Tierra y, en última instancia, en nosotros mismos.
"Piensa en el medio circungaláctico como una gigantesca estación de tren: constantemente está expulsando material y atrayéndolo hacia adentro", explicó la candidata a doctorado
de la Universidad de Washington Samantha Garza. "Los elementos pesados que forman las estrellas son expulsados de su galaxia anfitriona y hacia el medio circungaláctico a través de sus
muertes explosivas en supernovas, donde eventualmente pueden ser retraídos hacia adentro y continuar el ciclo de formación de estrellas y planetas".
una cinta transportadora galáctica
Así las cosas, los átomos se mueven en el medio circungaláctico como si fueran encima de una cinta transportadora de nivel colosal, que empuja el material hacia afuera y lo atrae
hacia el interior galáctico, donde la gravedad y otras fuerzas son las que se encargan de ensamblar estas materias primas para formar planetas, lunas, asteroides, cometas e incluso nuevas
estrellas.
Somos polvo de estrellas: el viaje de 400.000 años luz de tus átomos
Con la ayuda del Espectrógrafo de Orígenes Cósmicos del Telescopio Espacial Hubble, el equipo logró identificar carbono que se extendía a lo largo de casi 400.000 años luz en el
espacio, lo que equivale a cuatro veces el tamaño del diámetro de nuestra galaxia.
“¡Es muy probable que el mismo carbono en nuestros cuerpos haya pasado una cantidad significativa de tiempo fuera de la galaxia!”. Este sistema de reciclaje podría ser la clave para entender por
qué algunas galaxias finalmente dejan de formar nuevas estrellas”, comentó Jessica Werk, profesora y directora del Departamento de Astronomía de la Universidad de Washington y coautora de la
investigación publicada en la revista The Astrophysical Journal Letters.
¿Y otros elementos? La presencia de muchos elementos más pesados en el medio aún está por confirmar, pero lo que podemos decir sin temor a confusión es que somos parte de algo mucho más grande
que nosotros mismos: somos polvo de estrellas viajero dentro de un ciclo continuo de creación y renovación.
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¿Qué es el metapneumovirus humano, el virus que ha alertado a China?
(Tue, 07 Jan 2025)
El metapneumovirus humano (HMPV), un agente respiratorio que pertenece a la misma familia que el virus sincitial respiratorio (RSV), ha ganado notoriedad en las últimas semanas
debido a un aumento en los casos en regiones del norte de China, particularmente entre niños.
Aunque esto ha generado preocupación, especialmente en un mundo aún marcado por las secuelas de la pandemia de COVID-19, es crucial destacar que este no es un virus desconocido ni tampoco uno nuevo. Su existencia fue documentada por primera vez en 2001 en los Países Bajos, y
desde entonces ha sido un factor recurrente en las infecciones respiratorias estacionales.
¿Qué es el metapneumovirus humano?
El HMPV es responsable de una gama de síntomas respiratorios que suelen confundirse con los de un resfriado o gripe común, como tos, fiebre, congestión nasal y dificultad para respirar. Sin
embargo, en algunos casos, especialmente en niños pequeños, personas mayores o individuos inmunocomprometidos, puede derivar en complicaciones más severas como bronquitis o
neumonía.
A diferencia de enfermedades de notificación obligatoria como la influenza o el COVID-19, el HMPV se considera parte del espectro de infecciones respiratorias comunes, aunque su impacto no debe
ser subestimado.
¿Por qué es relevante ahora?
El reciente aumento de casos en China coincide con la temporada invernal, cuando las infecciones respiratorias tienden a alcanzar su pico. Según el Centro para el Control de Enfermedades de
China, esta ola no implica una nueva pandemia ni una emergencia de proporciones similares al COVID-19, a pesar de algunas alarmas encendidas en redes sociales.
Las autoridades destacan que, aunque hay más diagnósticos, esto podría deberse a avances tecnológicos que facilitan la detección del virus. En palabras de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao
Ning, "las enfermedades parecen ser menos graves y se propagan en menor escala comparadas con años anteriores".
A pesar de estas aclaraciones, expertos insisten en la importancia de mantener prácticas de higiene y precaución, especialmente en espacios concurridos o en presencia de poblaciones vulnerables.
Modo de transmisión y prevención
El metapneumovirus se propaga de manera similar a otros virus respiratorios, principalmente a través de las secreciones emitidas al toser o estornudar, el contacto personal cercano, o al tocar
superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la boca, nariz o ojos.
En ausencia de una vacuna o tratamientos antivirales específicos, la prevención sigue siendo el mejor enfoque. Las recomendaciones incluyen el lavado frecuente de manos, cubrirse
la boca al toser o estornudar y evitar acudir al trabajo o escuela cuando se presentan síntomas.
El HMPV representa un mayor peligro para los grupos más vulnerables: niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados. Para estos, una infección que inicialmente
parece leve puede evolucionar hacia complicaciones severas, lo que refuerza la importancia de identificar y manejar los casos de manera temprana.
Como se ha dicho, a diferencia del COVID-19, el HMPV no es una amenaza emergente desconocida. Al haberse detectado en humanos desde hace más de dos décadas, la población global ya cuenta con
cierto nivel de inmunidad. Por esa razón, es improbable que veamos una pandemia por este virus, pero los recientes aumentos en casos subrayan la necesidad de reducir su transmisión.
Lecciones y el camino a seguir
La pandemia de COVID-19 dejó una enseñanza clave: la importancia de tomar medidas preventivas básicas para limitar la propagación de virus respiratorios. Aunque no se necesitan restricciones
severas, prácticas como quedarse en casa durante episodios de enfermedad, usar mascarillas si es imprescindible salir y mantener una buena higiene personal son esenciales para
proteger tanto a uno mismo como a quienes nos rodean.
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El callejón de icebergs
(Tue, 07 Jan 2025)
El mes pasado te contábamos que el iceberg más
grande del mundo se había roto e iba a la deriva por el océano Austral, al desprenderse del vórtice oceánico que lo sujetaba. Esta imagen, tomada en el marco de la expedición
Exploris, inmortaliza ese gigante.
Referenciado bajo el código "A23a", este glaciar es tres veces más grande que el tamaño de Nueva York y, tras este desprendimiento, habría puesto rumbo al "callejón de
los icebergs", hacia Georgia del Sur.
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El Sol alcanzará su máximo de actividad este año
(Mon, 06 Jan 2025)
Es posible que a lo largo de 2024 te hayas sorprendido al leer noticias sobre auroras boreales apareciendo en lugares inesperados, o quizás incluso tuviste la suerte de
presenciar alguna. Y parece que 2025 no va a quedarse atrás: todo apunta a que, durante este año, estos hechos no solo continuarán, sino que podrían aumentar en frecuencia e intensidad. Lo
curioso es que estos espectáculos no llegan solos: también podrías notar que tu GPS no funciona como debería durante algunos instantes, o que las comunicaciones tienen problemas. ¿La razón? El
Sol.
Aunque lo veamos como un disco brillante que siempre parece igual, nuestra estrella está atravesando una de las fases más activas de su ciclo actual, conocido como el Ciclo Solar
25. De hecho, en julio de 2025, se espera que alcance su máximo, un punto en el que su actividad magnética y sus explosiones alcanzarán niveles máximos, afectando tanto
a la belleza del cielo como al funcionamiento de nuestra tecnología. Pero no te preocupes: todo esto es parte de un proceso natural que se conoce bien y que no supone ningún peligro.
EL SOL Y SUS CICLOS
Pero para entender el Ciclo Solar 25, primero hay que hablar de los ciclos solares en general. Aunque desde nuestra perspectiva el Sol parezca siempre igual, la realidad es que
su actividad cambia constantemente. Estos cambios ocurren en ciclos que duran, en promedio, 11 años, durante los cuales la estrella pasa de una fase tranquila
(mínimo solar) a una mucho más activa (máximo solar).
La principal manera de medir estos ciclos es observando las manchas solares. Estas manchas, que parecen pequeñas áreas oscuras en la superficie del Sol, son en realidad regiones
donde su campo magnético es especialmente intenso. Cuando el Sol está en su máximo solar, estas manchas son más numerosas y dan lugar a fenómenos espectaculares como las
erupciones solares y las eyecciones de masa coronal.
Pero, ¿qué ocurre cuando estos eventos solares llegan a la Tierra? Aquí es donde entran en juego las auroras boreales y otros efectos quizás menos conocidos. Las partículas cargadas que el Sol
expulsa chocan con el campo magnético de nuestro planeta, creando luces de colores que aparecen en el cielo nocturno, que conocemos como auroras boreales, y que normalmente se
ven en regiones polares. Las auroras pueden volverse visibles más al sur durante los picos de actividad solar pero estas mismas partículas también pueden llegar a
interferir con los satélites que usamos para GPS, telecomunicaciones e incluso predicciones meteorológicas.
2025, UN AÑO MARCADO POR EL SOL
Ahora, con el máximo del Ciclo Solar 25 previsto para julio de 2025, estamos entrando en una etapa nueva que puede abrir un sinfín de posibilidades. Por un lado, podríamos vivir
algunos de los espectáculos naturales más impresionantes de los últimos años: las auroras boreales, normalmente reservadas para el Ártico y otras regiones polares, podrían
extenderse a lugares mucho más accesibles, repitiendo alguna de las escenas que más han llamado la atención a lo largo del último año.
Pero no todo es color de rosa. Durante los máximos solares, la posibilidad de tormentas geomagnéticas aumenta. Estas tormentas, causadas por las partículas solares que interactúan con el campo
magnético terrestre, pueden interrumpir sistemas tecnológicos clave de forma temporal. Los satélites, por ejemplo, son especialmente vulnerables, ya que están
expuestos directamente a estas partículas en el espacio y además, las redes eléctricas en la Tierra, aunque protegidas en muchos casos, tampoco están exentas de riesgos.
Pero no tienes de qué preocuparte, las agencias espaciales como la NASA o la NOAA están preparadas para este tipo de eventos. Gracias a un monitoreo constante del Sol, es posible
emitir alertas tempranas en caso de que se prevea una tormenta solar significativa, lo cual da tiempo a los operadores de satélites y a las compañías eléctricas para tomar medidas
preventivas y minimizar los impactos. Con las herramientas y el conocimiento actual, estamos preparados para enfrentar estos eventos y aprovechar la oportunidad de comprender mejor
nuestra conexión con el Sol.
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¿Qué se siente y se piensa justo en el momento de morir?
(Mon, 06 Jan 2025)
El momento de la muerte ha sido siempre un misterio. Aunque no podemos conocer con exactitud qué ocurre en ese instante, la ciencia ha comenzado a desvelar algunos detalles
sobre lo que sucede en nuestro cerebro durante los últimos momentos de vida.
Actividad cerebral
Al contrario de lo que se pensaba, el cerebro no se apaga de inmediato cuando el corazón deja de latir. Allá por 2013, un estudio realizado con ratas de laboratorio mostró que sus cerebros experimentaban un aumento de actividad tras sufrir un
paro cardíaco.
Más recientemente, un grupo de científicos ha registrado la actividad cerebral de una persona en el momento de morir.
Observaron que en los 30 segundos posteriores al último latido del corazón se producía un aumento de cierto tipo de ondas cerebrales llamadas oscilaciones gamma.
Las ondas gamma están asociadas a funciones cognitivas sofisticadas como soñar, meditar, concentrarse, recuperar recuerdos y procesar información. Los
resultados que obtuvieron sugieren que nuestro cerebro podría permanecer activo y coordinado en la transición a la muerte.
Experiencias cercanas a la muerte
Muchas personas que han estado al borde de la muerte y han sido reanimadas aseguran haber experimentado vivencias similares, lo que se conoce como “experiencias cercanas a la
muerte” (ECM). Un estudio reciente encontró que hasta un 20 % de quienes sobreviven a un
paro cardíaco experimentan algún tipo de ECM.
Entre las ECM más comunes se encuentran la sensación de separarse del cuerpo
físico, ver una luz brillante al final de un túnel, sentimientos de paz y tranquilidad, encuentros con seres queridos fallecidos y la revisión de momentos
importantes de la vida.
Los científicos creen que estas vivencias podrían ser producto de la actividad cerebral en los momentos finales: la falta de oxígeno y los cambios químicos en el cerebro
podrían explicar muchas de ellas.
Los hallazgos sobre la actividad de las ondas gamma en el cerebro justo antes de la muerte podrían ser clave para entender las ECM. Las oscilaciones gamma, vinculadas a la
conciencia y la recuperación de recuerdos, podrían estar involucradas en la generación de las sensaciones que tuvieron los supervivientes a un paro cardíaco, como el repaso
de momentos importantes de la vida o la percepción de paz y tranquilidad.
Esto sugiere que las ECM no son solo fenómenos subjetivos, sino que podrían explicarse por lo que ocurre biológicamente en nuestro cerebro en esos precisos momentos.
La corteza somatosensorial
Para averiguarlo, un estudio llevado a cabo en la Universidad de Míchigan (EE. UU.) registró la actividad
cerebral de cuatro pacientes en el momento de su muerte. Detectaron que en dos de ellos, justo después de retirarles el soporte vital, aumentó el número de latidos del corazón por
minuto y se incrementó la actividad de las ondas gamma en una zona específica del cerebro: la corteza somatosensorial.
Esta área, llamada “zona caliente de los correlatos neuronales de la conciencia”, se encuentra en el inicio de la parte posterior del cerebro y se ha relacionado con los sueños, las
alucinaciones visuales y los estados alterados de conciencia. Los hallazgos sugieren que el cerebro podría estar reproduciendo un último “recuerdo de la vida” justo antes de
fallecer. O sea, algo similar a lo que cuentan quienes viven experiencias cercanas a la muerte.
¿Sentimos dolor al morir?
Según los expertos, es poco probable que sintamos dolor en el momento de morir. Esto se debe a varios factores fisiológicos y neurológicos que ocurren en las etapas finales
de la vida.
Las investigaciones lo ratifican. Específicamente, un estudio que, aunque no aborda directamente el proceso
de la muerte, ofrece información sobre cómo el sistema nervioso procesa el dolor y cómo ciertos cambios fisiológicos pueden alterar esta experiencia.
En primer lugar, nuestro cerebro libera sustancias químicas que nos ayudan a sentirnos en paz. Entre ellas se encuentran la noradrenalina y la serotonina, moléculas son
hormonas y neurotransmisores. Cuando son liberadas por el cerebro pueden evocar emociones positivas y alucinaciones, reducir la percepción del dolor y promover la sensación
de calma y tranquilidad.
Además, cuando se acerca la muerte, las personas suelen ser muy poco sensibles. Esto se debe a que el cuerpo comienza a apagarse gradualmente y, con ello, la capacidad de
sentir dolor disminuye. Los sentidos se van
perdiendo, y parece ser que en un orden específico: primero el hambre y la sed, y a continuación, el habla y la visión. El tacto y la audición son los últimos en desaparecer, lo que podría explicar por qué muchas personas pueden escuchar y sentir a
sus seres queridos en sus momentos finales, incluso cuando parecen estar inconscientes.
Morir con dignidad
Más allá del interés científico, estos descubrimientos tienen importantes implicaciones éticas y médicas. Comprender mejor qué ocurre en el cerebro en los últimos momentos de
la vida podría ayudar a mejorar los cuidados paliativos, asegurando que el proceso sea más tranquilo y digno.
Además, los hallazgos que hemos presentado plantean preguntas fundamentales sobre cómo definir el momento exacto de la muerte, un tema crucial en decisiones relacionadas con
el soporte vital y la donación de órganos.
Todos estos estudios, aunque preliminares, ofrecen una interesante perspectiva sobre lo que podemos sentir al final de la vida y nos recuerda la asombrosa capacidad del
cerebro humano. Aún queda mucho por descubrir.
Quizás la lección más importante que podemos aprender es la de valorar cada momento, ya que nunca sabemos cuándo nos llegará la hora de irnos. Y tal vez, justo ahí, nos
regalemos un viaje a través de nuestros recuerdos.
El museo interactivo Parque de las Ciencias de Andalucía colabora en la sección The Conversation Júnior.
Francisco José Esteban Ruiz, Profesor Titular de Biología Celular, Universidad de Jaén
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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Generación 'beta': así moldearán el mundo los nacidos a partir de 2025
(Mon, 06 Jan 2025)
Navegando por Internet es habitual toparse con contenidos que, de manera más o menos burlesca, ponen de manifiesto la diferencia entre
boomers, X, millennials y zetas (o centennials), cuatro grupos que hoy comparten espacio, pero que se desenvuelven en él de
forma completamente distinta: en el entorno digital, por ejemplo, una respuesta en WhatsApp o el diseño de una historia de Instagram será suficiente para saber a qué
generación se pertenece.
A esta división, que no cuenta con un amplio consenso entre los investigadores y demógrafos y que comenzó a realizarse a partir de los años 20 del siglo pasado, en 2025 se le suma un
nuevo segmento: los nacidos a partir de este año ya no serán alfa —el nombre que recibiría la generación nacida entre los años 2009 y 2024—, sino
beta.
Aunque el concepto de generación como condicionante de la identidad colectiva es muy relativo —y es que esta dependerá en gran parte del contexto socioeconómico en el que
los individuos se desarrollen, y no tanto de su edad—, el enfoque occidental ha determinado qué experiencias sociales comparten aquellos que han nacido y crecido en un período similar de
tiempo, que suele extenderse por 15 años.
Así, y como adelantábamos antes, mientras los boomers se caracterizan por defender valores familiares y demostrar gran estabilidad financiera,
según la plataforma de análisis demográfico fundada por el investigador social Mark McCrindle, la generación Z se
decanta por el aprendizaje constante frente al beneficio económico, y los alfa se han moldeado en un tiempo netamente tecnológico. ¿Qué diferencias traerán
al mundo los beta?
Beta, la segunda generación de la era digital (y lo que eso significa)
Si observamos la lista de nombres generacionales desde el inicio de esta clasificación, nos daremos cuenta de que el cambio de siglo marca un antes y un después en la
terminología: las dos generaciones iniciadas en el siglo XXI (alfa y ahora, beta) son las únicas que utilizan el alfabeto griego, indicando así que
ambas pertenecen e interactúan en un mundo muy distinto al de sus hermanos mayores, padres o abuelos.
Si bien la identidad de cada generación estaría definida por "los eventos, las tecnologías y los cambios culturales de su tiempo", señalan los expertos, y todavía no sabemos
qué sucederá en los próximos 15 años, las tendencias apuntan a que estos recién nacidos crecerán en un entorno en el que la Inteligencia Artificial y la automatización estarán
completamente integradas en su vida cotidiana: en el colegio, en la atención sanitaria, en el ámbito de las compras e incluso en su futuro trabajo sabrán emplear las herramientas
digitales a la perfección, sin ni siquiera experimentar un período de adaptación.
Por otro lado, los beta estarán criados por padres millennials o zetas mayores, lo que implica que, por los conocimientos ya consolidados de estas
dos cohortes demográficas, probablemente contarán con una educación digital más responsable y consciente: aprenderán a navegar con límites por este entorno a
veces peligroso y, de esta forma, encarnarán "el equilibrio entre la hiperconectividad y la expresión personal", destacan los analistas.
Los desafíos del futuro: ¿serán los beta un motor de cambio social?
La generación Z, cuyos integrantes tendrán entre 30 y 16 años en 2025, se criaron asimismo en un mundo cambiante, lo que dio lugar a su fuerte liderazgo en las luchas de
carácter social: de entre ellos han surgido personajes como Greta Thunberg, figura clave en la sensibilización pública sobre el cambio climático, o Malala
Yousafzai, Premio Nobel de la Paz en 2014 (cuando tenía 17 años) por su defensa de la educación de las mujeres y niñas en Pakistán.
Así, el impacto de esta generación en términos de activismo lleva a preguntarse: ¿serán también las generaciones futuras –alfa, beta y las que vengan– un motor
de cambio social? Los analistas se muestran optimistas, al hacer hincapié en que los progenitores de esta cohorte recién nacida criarán a los beta priorizando "la
adaptabilidad, la igualdad y la conciencia ecológica".
En otras palabras, y como insiste el dicho popular: de tal palo, tal astilla. La expectativa es que los beta crezcan con una mente más global, sean más comunitarios y defiendan
el valor de la colaboración como ninguna generación lo ha hecho antes. Estos tres elementos, según los expertos, constituirán su espada y escudo a la hora de enfrentarse a los
desafíos del futuro. Un futuro que comienza este 2025.
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Hallan embriones de fósiles 500 millones de años más antiguos que los dinosaurios
(Mon, 06 Jan 2025)
Una visión a las primeras etapas de la vida en la Tierra. Así se presenta un hallazgo increíble desenterrado en la biota de Kuanchuanpu de la era cámbrica de la provincia de
Shaanxi, China. Los investigadores, dirigidos por un experto del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing, han encontrado unos embriones fósiles de ecdisozoos de hace 500 millones de años
que son más antiguos que los dinosaurios y, por tanto, estaban sentando
las bases para la vida tal y como la conocemos.
Embriones fósiles de 500 millones de años: un hallazgo que sorprende a la ciencia
Cuando pensamos en la vida en la Tierra, estamos habituados a que la historia de la evolución se cuente a través de fósiles de dinosaurios, mamíferos y plantas. Pero uno de los grupos de animales
más fascinantes y diversos, los ecdisozoos, tiene un registro fósil con un capítulo importantísimo en el pasado de la historia de la vida en nuestro planeta.
Este grupo está unido por un rasgo evolutivo compartido: el proceso de ecdisis o muda, la fase de muda que experimentan ciertos animales para crecer, desprendiendo su exoesqueleto externo o
cutícula.
¿Por qué los embriones fósiles son tan raros en el registro geológico?
Ahora, en un nuevo estudio publicado en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, los investigadores informan del
hallazgo que ha revelado los orígenes de los ecdisozoos, que representa el grupo más diverso de animales del planeta: siete embriones fosilizados del grupo Ecdysozoa de hace unos
535 millones de años. Apenas tienen unos milímetros pero su importancia es monumental dado que encontrar embriones fósiles se considera casi como hallar una aguja en un pajar.
Es tan complicado encontrarlos debido a que son estructuras increíblemente delicadas, formados casi exclusivamente por tejidos blandos que son muy vulnerables a la descomposición
o la destrucción. A diferencia de los huesos, los embriones no poseen estructuras protectoras como el calcio.
Estos embriones fosilizados pertenecen a animales vivieron durante el período Cámbrico temprano, que incluye a gusanos, insectos, arañas y crustáceos. Aunque los investigadores
no han podido identificar con certeza la forma adulta a la que pertenecen estos embriones, sí creen que podrían estar estrechamente emparentados con Saccorhytus, una criatura diminuta y
peculiar de la era Cámbrica que no poseía ano. Sigue siendo un descubrimiento sin precedentes, ya que es el primer caso de embriones de Ecdysozoan en la biota de Kuanchuanpu, lo que mejora
nuestra comprensión de este grupo tan diverso y fundamental del período Cámbrico.
¿Cómo eran estos embriones? ¿A qué animales pertenecían?
Los embriones estaban encerrados en una envoltura fina y lisa, lo que sugiere una composición rica en yema para aportar nutrientes de cara al desarrollo. Para examinar el
hallazgo, los investigadores utilizaron análisis de micro-CT de los especímenes fosilizados tridimensionales que revelaron que los embriones estaban huecos internamente y
carecían de anatomía blanda interna preservada, algo esperable teniendo en cuenta la edad de los embriones y la fosilización. Clasificaron a los diminutos organismos como dos nuevos taxones:
Saccus xixiangensis y Saccus necopinus. Ninguno de ellos tiene evidencia de extremidades y sorprendentemente, no hay orificios en ninguno de los
embriones, lo que muestra que, probablemente, se encontraran en una etapa de su desarrollo embrionario anterior a la formación de una boca o un ano.
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Un 2024 histórico: el año más caluroso jamás registrado
(Mon, 06 Jan 2025)
La historia recordará 2024 como un punto de inflexión climático, un año que marcó nuevos récords de calor global y expuso con crudeza los límites de nuestra capacidad para afrontar las fuerzas
desatadas por el cambio climático.
António Guterres, Secretario General de la ONU, inició el año nuevo con un mensaje contundente: "Hoy puedo
informar oficialmente que acabamos de soportar una década de calor mortal. Los diez años más calurosos registrados han ocurrido en la última década, incluyendo 2024".
Este sombrío pronóstico no llegó solo. El informe anual de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que se publicará oficialmente en marzo de 2025, ya anticipa un escenario apremiante:
2024 no solo será el año más caluroso jamás registrado, sino también el más marcado por desastres climáticos extremos.
Catástrofes Climáticas
En 2024, las consecuencias del cambio climático cobraron un precio devastador. Inundaciones catastróficas, olas de calor abrasadoras con temperaturas que superaron los 50°C e incendios forestales
de proporciones inéditas asolaron continentes enteros. Según el informe Cuando los riesgos
se convierten en realidad: Clima Extremo, el cambio climático añadió 41 días de calor peligroso a lo largo del año, afectando gravemente la salud humana y los
ecosistemas.
El impacto humano también fue desgarrador: de los 29 eventos climáticos analizados por la Atribución del Clima Mundial, 26 fueron intensificados por el calentamiento global, causando la muerte de
al menos 3.700 personas y desplazando a millones más.
Atisbos de esperanza en la tormenta
En medio de la devastación, 2024 no estuvo exento de avances significativos. La adopción del
Pacto para el Futuro, un acuerdo histórico que aborda cuestiones como el desarme, la igualdad de género y la reforma financiera, señaló un camino hacia un mundo más resiliente y
equitativo.
La COP29 también discutió cómo aumentar la financiación para los países pobres que soportan la peor parte de los eventos climáticos extremos, a pesar de
haber contribuido mínimamente a las emisiones históricas de carbono. Este debate marcó un paso clave hacia la justicia climática global.
Además, en respuesta la advertencia del Secretario General para abordar el calor extremo, expertos de 15 organizaciones internacionales y 12 países se reunieron en la sede de la OMM en diciembre
para diseñar un marco coordinado contra esta amenaza creciente.
2025: Una Oportunidad para la Acción
El futuro próximo trae consigo la designación de 2025 como el Año Internacional para la Preservación de los Glaciares. La OMM y la UNESCO liderarán esfuerzos para proteger la criosfera, esencial
para regular las temperaturas globales y mitigar los efectos del cambio climático.
En paralelo, iniciativas como el Global Greenhouse Gas Watch buscan mejorar el monitoreo de los flujos netos de gases de efecto invernadero, mientras que el programa Early
Warnings for All trabaja para garantizar sistemas de alerta temprana universales antes de 2027.
Con todo, también cabe advertir que el clima opera como una interacción compleja de numerosos factores interrelacionados que moldean profundamente la biosfera, sustentando la vida en diversos
ecosistemas. A lo largo de la historia de la Tierra, el clima ha oscilado entre extremos, actuando tanto como destructor como dador de vida.
Esta intrincada red de interacciones demuestra que el clima de nuestro planeta no es un sistema lineal influido únicamente por una sola variable, como los niveles de dióxido de carbono; sino que
es un sistema caótico y no lineal en constante evolución.
Por lo tanto, es altamente improbable que centrarse exclusivamente en un factor dirija eficazmente el curso del clima. Ante esta complejidad, se hace evidente que el Acuerdo de
París tiene deficiencias críticas y necesita ser reemplazado por un marco más sólido basado en la igualdad y la cooperación. Este enfoque debe integrar tanto la mitigación como la adaptación,
priorizando el desarrollo de infraestructuras capaces de resistir eventos climáticos extremos.
Este marco debe fomentar la innovación tecnológica, la participación global y acciones basadas en una comprensión científica integral, guiadas por relaciones causales más que por
presiones políticas o económicas. El desafío es monumental, pero también lo es nuestra capacidad para responder con ingenio y determinación.
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Ayuda, estoy atascada
(Mon, 06 Jan 2025)
Esta divertida imagen es la ganadora absoluta del certamen Nikon Comedy Wildlife Photography Awards 2024.
Fue tomada por el fotógrafo Milko Marchetti en un parque de Rávena, en Italia, donde además de las ardillas, habitan aves autóctonas y otros animales.
Marchetti escogió como protagonista a esta ardilla y, en un alarde de rapidez, consiguió inmortalizarla justo cuando entraba a su madriguera en un árbol. La posición de las
patas, que dan la impresión de que el animal ha quedado atascado, fueron la clave de su éxito... ¡Casi parece que vayamos a escuchar a la ardilla pidiendo ayuda!
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En 2025 el día del juicio final (‘doomsday’) cae en viernes
(Sun, 05 Jan 2025)
La regla del día del juicio final (Doomsday rule o Doomsday algorithm, en inglés) es un método que permite calcular mentalmente, y en apenas unos segundos, el día de la
semana en el que cae cualquier fecha determinada. Y el algoritmo del fin del mundo, desarrollado por uno de los más grandes matemáticos del siglo XX, John Horton Conway, desvela que, en 2025, tan señalada fecha caerá en viernes.
En el calenadario de 2025
La clave del algoritmo que descubrió John Horton Conway es un detalle muy curioso: el 4 de abril (4/4), 6 de junio (6/6), 8 de agosto (8/8), 10 de octubre (10/10) y 12 de
diciembre (12/12) siempre, sea cual sea el año, caen en el mismo día de la semana. En 2025 todos ellos serán viernes.
Hay algo más: todos ellos coinciden en día de la semana siempre con el 0 de marzo, entendiendo por 0 de marzo el día que va antes del 1 de marzo. Si el año es bisiesto
será el 29 de febrero, mientras que si se trata de un año común se tratará del 28.
Conway llamó a este día, al 0 de marzo, doomsday, esto es, el día del juicio final, haciendo alarde de su gran sentido del humor.
Los días importantes
Para determinar el día de la semana usando este método nos interesa conocer otros días (fáciles de recordar) que también sean doomsday.
Por ejemplo, el día de Pi (14 de marzo), el día de inicio de la
primavera (21 de marzo), la celebración de la Revolución de los Claveles portuguesa (25 de abril), el 2 de mayo (día de la Comunidad de Madrid), el día de mi santo
(San Fernando, 30 de mayo), el 4 de julio (lo conocemos por muchas películas norteamericanas), el día de Santiago (25 de julio) y el 15 de agosto (esos festivos que caen en los meses de
vacaciones) o San Esteban, festivo en Cataluña (el día siguiente a Navidad).
En qué día cae nuestro cumpleaños
Interpolando es muy sencillo determinar en qué día de la semana cae una determinada fecha en este año. Mi cumpleaños (5 de abril) es fácil: es el siguiente al 4 de abril, que
es doomsday, así que será sábado.
Sabiendo que el 2 de mayo será viernes, también lo será el 16 de mayo y, por tanto, el 15 será jueves. Es decir, que en San Isidro los madrileños tienen un posible puente en
2025.
El último día de entrega de la declaración del IRPF, 30 de junio, será un lunes. En efecto, el 6 del 6 es viernes, también lo será el 27 del 6 (porque han pasado 3 semanas
completas). El 30 de junio es 3 días más del viernes, esto es, un lunes. Así podemos deducir en qué día de la semana cae una determinada fecha.
La divisibilidad
El problema que se plantea ahora es saber, para un determinado año, cuál de los días de la semana es un doomsday.
Para eso hay que tener en cuenta cuestiones sobre divisibilidad de números: el año tiene 365 días, que equivalen a 52 semanas completas y un día sobrante. Esa es la razón que
nos permite saber que (salvo en bisiestos) los calendarios avanzan un día cada año: el 4 del 4 de 2025 será viernes y el de 2026 será, por tanto, sábado.
Si pensamos en eso un poco más detenidamente, nos damos cuenta de que en 12 años hay 3 bisiestos. Por tanto, el calendario habrá avanzado 15 días en esos 12 años (uno por
cada año más uno extra por cada uno de esos 3 años bisiestos).
Avanzar 15 días es avanzar dos semanas completas más un día, esto es, avanzar un único día, por lo que el 4 de abril de 2037 será un sábado (y ese año
también será sábado cualquier otro doomsday). Tener ese dato en mente nos permitirá determinar el doomsday correspondiente a cualquier año entre 1900 y 2099
(y, desde un punto de vista práctico, nos resulta suficiente).
El método
John Conway nos cuenta el método con sus propias palabras en un vídeo de la Asociación Matemática de América,
pero aquí lo resumimos: debemos tener en cuenta que el doomsday para 1900 era un miércoles. Vamos a determinar cuál era el doomsday de 1968:
Recordamos el número 3 (el miércoles es doomsday para 1900).
De 1900 a 1968 pasan 5 docenas completas de años (más otros 8). Es decir que el doomsday de 1960 se corresponde con 3+5 = 8 = 1 (mod 7).
Aquí acabamos de introducir la aritmética modular (en esencia, consiste en quedarnos con el resto de una división). En otras palabras, pasar 8 días es pasar una semana
completa (que no influye en el día de la semana) más un día. Esta operación nos dice que el doomsday de 1960 es lunes.
Entre 1960 y 1968 pasan 8 años, lo que implica que avanza el calendario 8 días, más dos días adicionales (uno por el bisiesto 1964 y otro por 1968), es decir, que hay
que avanzar 10 días, que equivale a avanzar 3, que agregados al 1 que ya teníamos del paso anterior se convierte en 4. Es decir, el doomsday para 1968 era
jueves.
Podemos comprobarlo buscando el calendario de ese año, pero a mí siempre me han dicho que nací el viernes 5 de abril, con lo que todo encaja. Y también está documentado que
Massiel ganó el festival de Eurovisión con La, la, la un sábado 6 de abril de 1968.
El día maldito para Conway
John Conway nos dejóun día maldito de 2020 debido a la covid-19 (sí, el 11 de abril es
doomsday). Entre 1900 y 2020 hay 10 docenas de años y ningún día adicional. La operación 3 + 10 + 0 = 13 nos dice que se trataba de un sábado. Conway era muy
aficionado a los juegos de cartas. Y también las cartas señalan un día del juicio final.
La baraja tiene 4 palos, como las 4 estaciones del año. La suma de puntos en cada uno de los palos es 1 + 2 + 3 +…+ 10 + 11 + 12 + 13 = ⁽ 13 + 1⁾ / 2*13 = 91
(Asumimos que J = 11, Q = 12, K = 13, A = 1). Así, la suma de los valores de las cartas en toda la baraja es 364 y, agregando un comodín, llegaríamos a los 365 días que tiene
un año común.
A menudo las casualidades ocurren. Coja una baraja francesa de 52 cartas y deletree los nombres de las cartas, pasando una carta por cada letra: as, dos,
tres, …, ocho (aquí la ch debe pasarla como una única letra, no como dos), nueve, diez, jota, dama, rey. Justo cuando lea la última y habrá terminado la baraja.
Pero si lo hace en inglés (one, two, three, … , nine, ten, jack, queen, king) al llegar a la última g también habrá alcanzado la última carta de la baraja.
La observación, lo que ocurre en un calendario, lo que ocurre con una baraja o lo que pasa en nuestro día a día, es la base de los trucos de magia, también de la ciencia, y
nos muestra lo maravilloso que es el mundo. ¡Feliz 2025!
Fernando Blasco, Profesor Titular de Universidad de Matemática Aplicada. Área de interés: educación,
divulgación y comunicación científica., Universidad Politécnica de Madrid
(UPM)
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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